rafael ramírez heredia
de llamarSólo los torpes pierden la paciencia; los torpes o los desesperados, que es lo mismo; por eso, aunque sienta que los deseos de levantar el teléfono y hablarte, de tan grandes m
huye, jabalinaEn una urbe tan monstruosa, volver a ver a una persona que no es del círculo que uno frecuenta es señal casi divina, así diría mi abuelita doña Carito. Por eso, cuando manejand
j. dillingerNadie podía imaginar cómo iba a terminar la tarde, tampoco me importaba, menos intuir lo que sucedió después, cuando la noche se empezó a meter en los patios de la escuela y lo
maría de los ángelesMentira decir que a cada paso de mi vida he pensado en ti, pero negar que de vez en cuando, por alguna razón que no alcanzo a medir, afloras, también sería meterle ganchos a la
novena entradaQuien diga que un solo acontecimiento tiene la capacidad para definir la dirección de la jornada, y que la juntura de varios es sólo un arreglo permitido por el tiempo, no sabe
otra vez el santoSi bien, para mi enorme sorpresa, el anuncio se dio desde la mañana, pese a mi feroz insistencia ninguno de mis amigos aceptó cancelar el paseo a la laguna. En medio de leperad
robinsón el ahijadoDan escalofríos, el dolor obstaculiza para vencer este caos anímico, necesito poner en orden las ideas, revisar parte de los hechos, comenzar por alguna parte aún en condicione
sólo son sonesEn los recuerdos, casi siempre hay alguien que sin estar consciente de su condición de juglar carga con el peso de ser el eco de los acontecimientos, sin analizar que, con frec
te acordás hermano—Maldita aburrición —dice Policarpio. Lo miro entrar al restaurante compartiendo conmigo el espeso velo del sudor. Los dos tenemos las mismas ganas de salir de Villa Verde a sa