PAÍS RELATO

Autores

m. bonell gómez

ánima en pena
Don Ernesto Valles era, además de un importante editor, un erudito y bibliófilo de primera categoría. Hombre ya entrado en años, desgarbado, hasta un poco sucio, rehuía todo tr
el perseguidor inexistente
—Reconozco que en ese hombre no hay nada de terrible. Es más: al principio de su persecución me resultaba cómico. Bajito, regordete, con un bigotillo pretencioso y, no obstante
inexplicable
—Vamos —apremié cariñosa y un poco irónicamente a mi recentísimo amigo (habíamos sido presentados aquella misma noche en la «peña» del café)—. Vamos, hable usted de una vez. Cu