caritativo
Una anciana señora vecina nuestra fue demasiado lejos en su caridad. Alojó en su casa a un, como creía ella, pobre turco que, al principio, se había sentido efectivamente agradecido por el hecho de no tener que vegetar ya en una choza condenada a ser demolida, sino que, por la caridad de la anciana señora, podía vivir ahora en su casa de la ciudad, situada en medio de un gran jardín. Se había hecho útil a la anciana señora como jardinero y ella, poco a poco, no sólo lo vistió de pies a cabeza, sino que realmente lo mimó. Un día apareció el turco en la comisaría de policía y declaró que había matado a la anciana señora que, por caridad, lo había acogido en su casa. Estrangulado, como pudo comprobar la comisión de investigación en la inspección ocular inmediatamente realizada. Cuando la comisión le preguntó al turco por qué había el turco matado y, por consiguiente, estrangulado a la anciana señora, él respondió que por caridad.