jacobo fijman
ciudades, más ciudadesEstaba de nuevo en mi cuarto del albergue de San Julián el Pobre. Las campanas de la Iglesia enlazaron mis pasos mientras subía las escaleras viejas y oscuras del albergue. Ahí
dos díasHospicio de las Mercedes. Dicen que me han traído aquí porque estoy loco. Esto es imposible. Pensar que yo he perdido la razón, siendo una cosa de orden metafísico, trascendent
hotel daciaOpinión del cuarto 25: Es terrible el problema de la estima. Dante amaba la cruz del sur. Me parezco a Dante mirando la cruz del sur; parecido que me ha hecho perder la canción
la voz que dictaDía de invierno. Cinco de la mañana. Aúlla el mar. Camino desesperado por la escollera gris y fría. Una lucidez extraordinaria domina mi espíritu; pero mis pies están helados.
san julián el pobrePor fin había dado con una calle de un solo minuto, como decimos aquí, de una sola cuadra. Era angosta y se llamaba San Julián el Pobre. A veces tenía un silencio y otras, dos
sumánovichPor las calles húmedas se cruzaban las sombras envejecidas de los barrios Montmartre, Etoile, Latin, Passy, figurines de modistos de cuarenta a cincuenta años, grupos de viejas